COCINA
INTERNACIONAL
COCINA ÁRABE
UN POCO DE
HISTORIA Y COMENTARIOS
LAHMEH MAA BEID
Carne picada con huevo
Es
un plato muy fácil de preparar y al mismo tiempo bastante «lujoso» para la mayoría
de la población árabe; es propio de los «pijos», los mimados, gente de poco apetito,
altos funcionarios y comerciantes que normalmente disponen de poco tiempo. Se
trata de un plato muy rico en calorías y de un coste muy elevado (en las
décadas
de los años cincuenta y sesenta, la carne y los huevos tenían unos precios inalcanzables
para la mayoría de los árabes). Hoy en día, aunque no tanto como antaño, esta
situación sigue vigente.
Recuerdo
que mis hermanos y yo, de chiquillos, a menudo simulábamos estar enfermos con
el fin de conseguir un plato de este guiso.
En
los países árabes es habitual que la mejor comida se reserve, a menudo, para los
hombres. Son ellos los que trabajan, por consiguiente representan la columna vertebral
que sostiene el hogar; así pues, se debe mantener fuerte esa «columna» familiar.
Aún recuerdo aquella habitual escena, en la cual nos reuníamos toda la
familia
alrededor de la olla de mjadarah (arroz y lentejas), excepto mi hermano mayor,
que trabajaba en Jerusalén, al cual mi madre preparaba a menudo ese «excepcional»
plato. Después del primer bocado, mi hermano, cabreado y maldiciendo a todos
los santos por culpa de nuestras miradas de envidia, que no le dejaban comer a
gusto, repartía el guiso excepcional entre los más pequeños y se
marchaba
a la calle refunfuñando. Mi madre desde la ventana le bendecía y, a la vez, le
advertía «Apártate de los hijos del pecado» (los comunistas). Y mi hermano
hacía justo todo lo contrario; se reunía y organizaba con ellos las revueltas
populares de los
años
cincuenta.
Más
adelante, en época de exámenes, aumentaban nuestras posibilidades de deleitarnos
con ese plato. Para pasar de un curso a otro superior se exigían unas notas muy
altas y se requería, por parte de los escolares, un desmesurado esfuerzo.
Para
ello, las madres ofrecían a sus hijos unos platos completos y apetitosos. E incluso,
para ahorrar tiempo, a menudo las madres llevaban el guiso a las azoteas de sus
propias casas (el lugar preferido de los estudiantes de las urbes para
estudiar. En
cambio,
los estudiantes de las aldeas preferían las carreteras, habitualmente poco transitadas
de vehículos y gente). El reducido espacio de las casas de las familias modestas,
en general con un gran número de vastagos, añadido a la falta de bibliotecas,
obligaba a que, en época de exámenes, miles y miles de estudiantes se desplazaran
a las carreteras y azoteas para estudiar. Ahí, a causa de las idas y venidas
que realizaban, se entrecruzaban entre ambos sexos infinitas miradas tímidas y
tiernas que a menudo llevaban a enamoramientos desgarrados con finales
trágicos.
Hoy
en día, no existe ninguna ciudad ni aldea en el mundo árabe, por muy pequeña
que sea, que no tenga su propia carretera llamada popularmente «la de los enamorados».
Pero
volvamos a nuestro plato para decir que se ofrece como plato único, con poca
cantidad, ya que lo habitual es presentarlo para una sola persona.
Lahmeh maa beid
Carne picada con huevo
Ingredientes:
(para 1 persona)
- 100 g de
carne picada
- 1 cebolla
grande corlada a trocitos muy pequeños
- 1 huevo
- 1
cucharada sopera de aceite de oliva virgen
- 1
cucharada sopera de samneh
- 1
cucharada pequeña de sal
- 1
cucharada pequeña de fulful bhar
Elaboración:
Sofría la cebolla a fuego moderado en una sartén con la mantequilla
y el aceite. Cuando esté transparente, añada la carne picada, sazone y
espolvoree con fulful bhar. Remueva toda la mezcla sobre el fuego.
Una vez cocida la carne (a gusto del consumidor: al punto,
muy hecha, etc.) agregue la clara y la yema del huevo, y continúe removiendo la
nueva mezcla durante 2-3 minutos (hasta que se cueza el huevo).
Se sirve en un plato y se come con pan. Si el pan es
árabe, aún es mejor, por la facilidad que presta este tipo de pan para
moldearse.
Como
ya se ha dicho anteriormente, es un plato para una sola persona. Si desean
prepararlo para un mayor numero de comensales —¡claro está, si son ricos!— ,
entonces multiplique las cantidades por el número de personas.
VERSIONES:
Existen
varias versiones; la más llamativa, lahmeh mathuneh maa beid, nos la preparó un
guitarrista de la escuela Nasim el Andalusi10 (Prisa de Andalucía) en Argelia.
Se prepara con los mismos ingredientes, pero en esta variedad la carne se cuece
en forma de albóndigas pequeñas y los huevos se fríen por separado. Después se
presentan juntos. Se come tomando un poco de pan, una albóndiga y un poco de huevo.
Tiene el mismo sabor que el lahmeh maa beid.
SALAH JAMAL
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