COCINA
INTERNACIONAL
COCINA ÁRABE
UN POCO DE
HISTORIA Y COSTUMBRES
LA MAQLOUBA
La revuelta
En
infinidad de ocasiones mis amigos europeos me preguntaban, mientras devoraban
este plato, cómo se llamaba. No encontré una denominación correcta en ningún
idioma europeo para definir este plato. A menudo salía del paso diciendo «se llama
paella árabe». Y todos, sin discusión, aceptaban tal aproximación. En realidad,
yo
no iba tan desencaminado.
La
paella —nombre probablemente de origen árabe (paqui, paula)— significa «restos».
Lo que quedaba (paquia) de los fastuosos manjares árabes de las mesas de
los califas, emires o simplemente ciudadanos ricos, se daba a los fámulos o a
los indigentes.
Los
musulmanes nunca malgastan o desperdician la comida. Es una «dicha» de Alá.
La
historia de la maqlouba (la paella árabe) no se diferencia mucho de la paella valenciana,
pero sí de su contenido. Originariamente, según me contó mi abuela materna,
nacida en 1870 y en apariencia de buena cuna, los viernes, día sagrado y festivo
musulmán, ella solía cocinar buenos platos. Las sobras de la comida se acumulaban
en una cazuela, aguardando la llegada de los primeros pobres. No se les daba la
cazuela, ya que era muy difícil comer directamente de ella, y se optaba por volcarla
sobre una enorme bandeja. Al levantar la cazuela, poco a poco, para sorprender
e impresionar a los menesterosos, se deslizaba el contenido lentamente, formando
un molde compacto. De ahí, presumiblemente, viene su nombre: se la
volcó,
se le dio la vuelta, etc., maqlouba.
Mi
abuela afirmaba que ella siguió la misma costumbre que su madre, que las había
tomado, a su vez, de sus antepasados, y así hasta remontarnos a la época de los
califas abbasíes (750-1285)3.
Hoy
en día, la maqlouba no es un plato que conste de restos, ni es propio de los indigentes.
Se trata de un plato respetable y afamado e incluso se prepara para ocasiones
especiales y festejos.
SALAH JAMAL
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