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LA SHAKRIEH La agradecida

COCINA INTERNACIONAL
COCINA ÁRABE
LA SHAKRIEH
La agradecida





La shakrieh
La agradecida
Ingredientes: (para 4 personas)
- 5 yogures naturales o aproximadamente ¾ l de yogur
- 1 vaso de agua
- 1 cebolla mediana cortada a trocitos
- 1 huevo
- 300 g de carne picada (una sola vez)
- 50 g de aceite de oliva
- ½ cucharadita rasa de fulful bhar
- ½ cucharadita de canela
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharada sopera de zumo de limón
Elaboración:
Ponga el aceite en una sartén sobre fuego a intensidad media. Al cabo de un par de minutos, añada la cebolla. Cuando adquiera un color transparente, agregue la carne, la sal y el fulful bhar.
Remueva continuamente, hasta que quede al punto. Reserve.
Vierta los yogures, el agua, el zumo de limón y el huevo crudo, sin cascara, en una olla medianamente honda a fuego suave. Remueva el contenido con una cuchara de madera sin cesar durante 5 minutos.
Añada la carne sofrita y siga removiendo 5 minutos más. Apague el fuego.
Vierta todo el contenido de la olla en un recipiente de cristal
(preferiblemente de color verde o marrón) y espolvoree con canela la superficie blanquecina del guiso. De esta manera el plato adquiere un colorido versátil y sensual.

SUGERENCIA:

La shakrieh se sirve siempre con un plato de arroz blanco y se come cogiendo una cucharada de shakrieh y mezclándola con otra de arroz. Este plato se considera uno de los preferidos de los niños, pero no es una exclusiva infantil, también gusta a los mayores.

VARIACIONES:

Halib o laban immoh



La versión sirio-libanesa halib o laban immoh (la leche materna) consiste en incorporar carne cortada a trozos (para estofar) en lugar de carne picada.

Mansaf



Quisiera incluir aquí (y espero que no me lea ningún jordano) el plato nacional jordano por excelencia, el mansaf. De origen beduino, consta fundamentalmente de los mismos ingredientes: cordero troceado, arroz y yogur agrio (jmid, bolas de yogur). Los beduinos manipulan el yogur, de leche de cabra, convirtiéndolo en bolas que se conservan durante mucho tiempo, meses e incluso años. Es una receta cuya elaboración plantea cierta dificultad, de gusto muy fuerte para el paladar occidental y, si os explicara cómo se debe comer, creo que enseguida desistiríais del intento de prepararlo.
El mansaf se come con las manos y directamente de la gran bandeja donde están, cocidos y mezclados, los tres ingredientes fundamentales. Se coge un puñado de arroz y yogur cocido y se moldea en la palma de la mano, como si fuera una pasta moldeable, haciendo una bola blanda y... a la boca. Y se sigue así sucesivas veces, hasta que uno queda saciado. Tiene un sabor parecido a la shakrieh, pero más fuerte.
El beduino acostumbra a ser muy indulgente con su huésped extranjero. Se le ofrece siempre una cuchara, y sería un gran gesto hacia el beduino rechazar la cuchara y comer como los demás.

SALAH JAMAL

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