COCINA
INTERNACIONAL
COCINA ÁRABE
UN POCO DE
HISTORIA Y COMENTARIOS
YAY MAHSHI
Pollo relleno
En
el calendario musulmán existen muchas fechas notables. Las dos más señaladas y
festejadas son el eid el saghir (se festeja el final del Ramadán) y el eid
el addha (la pascua del sacrificio o la fiesta que representa el
final del episodio de la peregrinación a La Meca). Los musulmanes, cada uno
según sus posibilidades y algo más, celebran —a la hora del almuerzo— ambos
eventos sagrados con un menú a
base
de cordero o pollo, rellenos o asados. Los más espléndidos (no siempre son los más
ricos), optan por el cordero. Decantarse o no por esta última opción trae
consigo, tarde o temprano, un mal ambiente, protagonizado por los niños. Me
explico. Los niños árabes, como todos los niños del mundo, estiman a los
animales de compañía.
Pero
en la cultura islámica el perro14 es rechazado por su falta de autocontrol higiénico,
y el gato, como es sabido es anárquico e insumiso; en otras palabras, no se puede
contar con él. Por lo tanto, todos los niños esperan con anhelo la proximidad de
dichas fiestas para pedir a sus padres que anticipen en unos días la compra de
un
pequeño
cabrito vivo. A lo largo de los días que faltan para el sacrificio del
animalito, este se convierte en el amigo inseparable de los niños de la
familia, que lo agasajan de una manera increíble. Lo llevan a pastorear, lo
lavan, juegan, hablan y duermen con el cabrito, e incluso lo llevan consigo, clandestinamente,
a la escuela. ¿Qué sucede el día señalado para el sacrificio del animal? Ocurre
lo que todo el mundo habría esperado. Todos los niños de la familia se
interponen entre el animal y su espontáneo carnicero, empiezan los forcejeos y
escaramuzas, pero finalmente los mayores
imponen
su criterio y, en definitiva, habrá unos días melancólicos para los más pequeños
por el degüello del animalito.
Algún
lector se preguntará: ¿por qué los padres acceden a las peticiones de los niños
de comprar el lechal? La respuesta es sencilla; un mes antes de la pascua, los niños
no paran de dar la tabarra a los padres para comprar el cordero, hasta que lo consiguen.
Por cierto, ningún niño que haya convivido con el animalito comería nunca de su
carne. Recuerdo perfectamente, de chico, el rechazo tajante de mis hermanos y
el mío propio a comer la carne que nos regalaron nuestros vecinos del cordero
que fue cuidado por todos los niños de la escalera, antes de sacrificarlo. Para
evitar
situaciones de esta índole, y por otras causas, mi padre jamás compró un cordero
vivo, ni siquiera recuerdo haber comido un plato de cordero relleno hasta hace
solo cinco años. Él optaba siempre por los pollos.
Yay mahshi
Pollo relleno
Ingredientes:
(para 4 personas)
- 1 pollo
de 2 kg
- 100 g de
carne picada
- ½ cebolla
pelada y cortada a trocitos pequeños
- 100 g de
arroz basmati (arroz hindú) o arroz largo
- 50 g de
piñones y almendras blancas y crudas
- 4
cucharadas de samneh
- 2
cucharadas de sal
- 1
cucharada de fulful bhar
- Una pizca
de cardamomo, azafrán y nuez moscada, molidos
Elaboración:
Quite el cuello y las extremidades del pollo. Vacíelo y
chamúsquelo
ligeramente.
Lave bien el pollo por fuera y restriegúelo por dentro con
limón.
Mezcle todas las especias. Con la mitad de la mezcla,
espolvoree la parte interna y externa del pollo.
Relleno:
En una sartén a fuego moderado, ponga dos cucharadas de samneh
y dore los piñones y las almendras. Añada la carne picada y sofríala.
Después, agregue el arroz y las especias restantes.
Remueva todo durante 5 minutos y retire del fuego. Rellene el pollo con el
contenido de la sartén y envuélvalo en papel de aluminio.
Cueza el pollo en la bandeja del horno a 170 °C durante
tres horas. Cada veinte minutos hay que echar un vaso de agua caliente con una cucharada
pequeña de sal. Minutos antes de finalizar la cocción, quite el papel de
aluminio y dore el pollo.
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